Textos espirituales
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Colección:Generalife
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Autor(a):Ibn al Arabi
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Fecha de edición:13 junio 2022
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ISBN:9788412349092
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ISBN eBook:9788412246926
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Páginas:150
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Encuadernación:Tapa blanda / eBook
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Traducción:Equipo editorial
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Peso:229 g
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Dimensiones:13 × ,7 × 21,5 cm
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PVP Tapa blanda:14,00 € (14.71 $USD)
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PVP eBook:3,50 € (3.68 $USD)
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En este volumen presentamos dos textos de Ibn al-Arabi. El primero, denominador «Alquimia de la perfecta felicidad», es parte del célebre «Libro de las iluminaciones de la Meca», que según Miguel Asín Palacios, representa por excelencia la Biblia del esoterismo islámico.
Este libro corresponde al capítulo dedicado a las prácticas espirituales. Es superfluo señalar que este texto no constituye ninguna receta para la consecución de la felicidad, ni desvela secreto alguno para la fabricación de oro o la consecución de los más elevados rangos espirituales.
El segundo texto es uno de los numerosos tratados breves que escribió Ibn, titulado «El adorno de los Abdal». Fue escrito en la primera mitad de su vida, en una época en la que el maestro ya se había revelado como Sello de la santidad musulmana.
En él expone, muy escuetamente, los medios que utiliza para el desarrollo espiritual, una elevada categoría de iniciados, los «abdal».
Formato: Versión Kindle
Tamaño del archivo: 607 KB
Longitud de impresión: 75
Editor: Editorial Sufi (10 de agosto de 2020)
Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
Idioma: Español
ASIN: B08FMVPS4N
Word Wise: No activado
Tipografía mejorada: Activado
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Sobre el autor
Ibn al Arabi
Ibn al-Arabi (Abu Bakr Muhammad ibn ‘Ali ibn ‘Arab) nació en Murcia, España, en 1165 y murió en Damasco, Siria, en 1240
Pensador, poeta y filósofo, es uno de los grandes maestros de la Tradición Sufí. Es considerado desde hace siglos por los maestros sufíes de muchas órdenes como un gran maestro conocedor por ‘experiencia (espiritual) directa’, al que incluso han dado el calificativo de Sheij al Akbar, «el más grande de los maestros».
El ansia de saber condujo a Ibn al Arabi a una vida viajera, recorriendo primero su Al-Andalus natal y luego el norte de África visitando a los diferentes grupos sufíes. Visitó El Cairo y Jerusalén. Después de pasar dos años de emociones espirituales en La Meca decidió continuar su viaje por Bagdad, Mosul, y Damasco, donde vivió durante 17 años hasta su muerte. Dedicó toda su vida al estudio teológico que derivó en un conocimiento profundo sobre la unicidad de las diversas creencias religiosas. Para él, toda experiencia mística es una manifestación del fervor del ser humano, expresión del Amor del creado hacia su Creador. También sostuvo de forma permanente que el mundo se ofrece al hombre como fuente de inspiración, ya que allí reside la huella indeleble de Su Señor.
Todas estas ideas resultan hoy nuevamente reveladoras e inspiradoras.